Paseando por Vilamoura nos encontramos un mercado preciosisimo con unos tenderetes rojos que me dejaron enamorada.
En realidad el mercado era como los muchos que se ven por aqui, pero entre los tenderetes tas requetebonitos y la amabilidad de los portugueses me quedé maravillada.
El puesto de la fruta me pareció el mas especial, las cajas de madera y toda la verdura tan bien colocada y tan limpia... el algo que no solemos ver aqui con mucha frecuencia. Y compramos fresas, aqui acostumbramos a comer fresones, pero estas eran unas fresitas pequeñitas y muuuuy dulces. Riquísimas! Hasta los rábanos estaban bonitos! ;)
Y por ultimo visitamos un puesto de dulces que tenian esta pinta tan exquisita que veis... Una delicia!